domingo, 3 de mayo de 2009

Edificios de Ensenada primera parte

CRONISTA DE ENSENADA

EDIFICIOS DE ENSENADA
Primera parte

Heberto Peterson Legrand
petersonheberto@hotmail.com



Decidí hacer un viaje imaginario por las calles de Ensenada para tratar de rescatar con mi muy limitada memoria el recuerdo de algunos de los edificios antiguos o viejos que para muchas personas no significan nada porque acaban de llegar a vivir aquí o por tratarse de generaciones nuevas que ignoran su pasado...
Tomo como punto de partida el monumento de Don Miguel Hidalgo que fue inaugurado en 1910 con motivo del primer centenario de la Independencia de México ya cuando el gobierno de Don Porfirio Díaz estaba por caer.
A un lado tenemos el edificio que hoy ocupa el INAH desde 1991 y que data de 1887 fecha a partir de la cual la International Company of México , conocida como la Compañía Americana, estableció sus oficinas. Después fue ocupado por la Mexican Land And Colonization Company, conocida como compañía Inglesa, la cual compró los bienes de la primera, posteriormente en el año de 1922 se convirtió en la Aduana Marítima. Es un edificio emblemático.
Frente al Monumento de Hidalgo, entre las calles Ruiz y Ryerson estaba el edificio conocido como “El Nopal”, era el más alto de la ciudad, de tres pisos, y en el último estaba la Logia Masónica más antigua de Ensenada. Lo derribaron, no sé hasta que punto estuvo justificada su destrucción...
Me traslado a la calle Gastélum, entre la calle López Mateos y Virgilio Uribe y allí está el actual Museo Histórico Regional de Ensenada. Este edificio que data de fines del siglo X1X, fue el cuartel de la compañía Fija, después fue cárcel. Conservo una fotografía de 1887 en la cual frente al edificio están formados soldados elegantemente uniformados. Hoy es un edificio visitado por turistas nacionales y extranjeros en el cual pueden apreciar la historia del edificio así como distintas exposiciones de arte.
La imaginación me lleva por el boulevar y diviso el edificio del Centro Social, Cívico y cultural Riviera del Pacifico, construido el año de 1930. Es un bello edificio, quizá el más
bello del Noroeste del país. Cuando el juego estaba autorizado en México a él acudieron personajes muy famosos: Jhonny Weissmuller, ( tarzán), Dolores del Rio, Robert Taylor, y otros muchos más. En aquellos años frente al hotel estaban los medanos y el mar a unos 25 metros. Ensenada en ese entonces era una bahía virgen, muy bella. Hoy a perdido su belleza y nuestro puerto es el único que le ha dado la espalda al mar a diferencia de la Paz y Mazatlán cuyos malecones permiten apreciar la belleza de sus playas. El conjunto perdió toda la sección que ocupaban los cuartos y otras más. Hoy sus bellos jardines nos hablan de nuestra historia regional, gracias a Don José Luis Fernández Bandini que celosamente lo cuido y tranformó para bien de nuestra ciudad.
Recorro la calle décima y entre la calle Obregón y Moctezuma esta ubicada la casa que era del Dr. Bertram Peterson Hegge, mi abuelo, una casa del siglo X1X y que originalmente estuvo en la calle Gastelum esquina con calle séptima, frente al CESPE. El Dr. Peterson, de origen Noruego y casado con Doña Guadalupe Gutierrez, originaria de Ures Sonora, fue el primer médico legista, fue jefe de sanidad y médico de los rusos. Falleció el año de 1933.
Mi imaginación me traslada a la calle Ruiz y séptima, donde hoy está el BlockBoster, allí estuvo el cine Centenario que fue inaugurado en 1910 y posteriormente el Cine México, ya desaparecido.
En la calle Ryerson casi esquina con la calle López Mateos, está el edificio Goldbaum inaugurado como museo el año de 1925, durante la administración del gobernador Abelardo Rodríguez. Tenía la mejor colección de historia natural en el norte del país, posteriormente fue el salón de la Asociación de periodistas, lugar donde sesionábamos y Casi frente a él está otro negocio similar en la llamada Casa antigua que fue residencia de un pastor evangélico.
En la esquina de Ruiz y López Mateos, donde hoy está el Papas and Beer, se encontraba la casa que era de Don Heraclio Ocho, abuelo de David Ojeda.
Estos edificios son testigos mudos de nuestra historia local, quisiera sacudirlos para extraerles el polvo de los tiempos y descubrir en ellos la impregnación de voces, ruidos, palabras y emociones perdidos en el ayer...
Edificios que para unos no dicen nada y para otros evocan mejores tiempos que ya no Volverán...

1 comentario:

  1. Excelente recorrido histórico y arquitectónico de nuestra ciudad, que para los que no nacimos aquí nos muestra la enorme riqueza cultural que poseemos.

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