domingo, 10 de mayo de 2009

El Parque Revolución.

CRONISTA DE ENSENADA

EL PARQUE REVOLUCION.


Heberto Peterson Legrand


Mi fino amigo Dr. Fernando Araujo C., me obsequió un escrito elaborado por Edna Cortés titulado “ El Parque Revolución Cien Años de Historia “, donde cita el testimonio de diversas personas que aportaron sus conocimientos históricos de ese parque ubicado entre las calles Moctezuma y Obregón y entre las calles sexta y septima.
Edna Cortés cita que: En el año de 1899 se publicó el libro. Baja California Ilustrado, de J.R. Southworth, obra que tenía como finalidad promover la compra de terrenos y la inversión extranjera. De la descripción que hace de Ensenada, resalta la atención el siguiente párrafo; “ ...Las casas, fábricas y demás edificios ostentaban los diversos órdenes arquitectónicos más pintorescos que resultan de una combinación del estilo antiguo de construcción con el americano moderno. Allí, casi en el centro de la población se encuentra el jardín público con su vistoso Kiosco en donde la banda de música militar da sus entretenidos conciertos cada semana que atraen numeroso público y donde se ven crecer con profusión las plantas y las flores más hermosas de los trópicos” ( Moyano, 1983).
Allí está el parque, antes llamado Porfirio Diaz, como testigo mudo de los pasos de aquellas lejanas generaciones de hombres mujeres y niños que allí iban a compartir sus alegrías, personas que gozaron la fragancia de las bellas flores que adornaban ese parque que les era tan querido y era lugar de reunión por los más diversos motivos.
Ha de haber sido un deleite el escuchar los conciertos que la banda de música militar obsequiaba; el paseo de las parejas que enamoradas disfrutaban el marco de esos arboles, plantas y flores y se convertían en cómplices de una declaración de amor...
Los llamados defensores de la integridad nacional en los años veinte allí se reunían para recordar aquel nefasto año de 1911 en que pudimos haber perdido la Baja California, acudían excombatientes de: Real del Castillo, El Alamo, San Vicente, Santo Tomás, Santa Rosa, La Misión y los de Ensenada, ya todos murieron y quedo en el olvido para unos y en el desconocimiento para otros, sus heroicos actos, donde estaban dispuestos a ofrendar su vida por esta tierra.
También el parque fue testigo de las palabras de Don Evaristo Bonifaz, después Constituyente cuando se convierte Baja California en Estado, quien al contestar el informe del Gobernador del entonces territorio en 1949, Lic. Alfonso García González, quien tuvo la amabilidad de presentarlo aquí debido a una invitación que el Comité Cívico y Social del Puerto le hizo dijo, entre otras cosas: “...señor Gobernador, no hemos escuchado, ni encontrado en vuestro informe, nada que se refiere a este puerto. Se nos presenta una brillante oportunidad: la de acabar con esa ominosa tradición de considerar a Ensenada como la “ Cenicienta “ de Baja California, tradición que es una vergüenza no sólo para esta ciudad, sino para las ciudades hermanas de Mexicali y Tijuana, porque el ser consideradas como las predilectas de todos los gobernantes, humillan a Ensenada, ( El Diario de Ensenada, 18 de julio de 1949 ).
En aquellos lejanos años de fines del siglo X1X y principos del XX, el parque era centro de reunión para eventos escolares, para elaborar ricos tamales y barbacoas; allí a finales de los años 40 y principios de los 50 estaba el jardín de niños de la muy querida maestra Rosita Aguirre, y del cual fuimos alumnos mi gemelo y yo.
Allí en el parque está de alguna manera plasmada la memoria de muchas generaciones, el parque formo parte vital de la convivencia de una comunidad lejos de México pero que amaba profundamente a su patria al grado que estuvo dispuesta a donar su vida por salvarla.
Durante la administración del Presidente Municipal Cesar Mancillas el parque fue remodelado y con ellos se cumplió en anhelo de los Ensenadenses de verlo Dignificado

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