CRONISTA DE LA CIUDAD.
Y SEGUIMOS RECORDANDO…
Heberto Peterson Legrand
Un domingo, Antonia mi esposa y yo, nos fuimos a recorrer algunas áreas de la ciudad de las cuales guardo un grato recuerdo: lugares que antes eran ranchos, tierras vírgenes, caminos de terracería; paisajes bellos que refrescaban el espíritu; aire puro que alimentaba los pulmones…hoy han desaparecido para dar espacio al crecimiento de la ciudad: locales de comercio feos, casas descuidadas, una carga vehicular creciente, algunos locales bonitos y casas agradables a la vista, pero, el paisaje urbano es feo, algo descuidado y quizá un tanto desordenado…
Nos fuimos por la calle Alisos que antes estaba flanqueada por terrenos ocupados sólo por árboles, plantas y flora de distintas clases. En el trayecto pasaba uno al lado de la limpiaduría “ Ensenada “ propiedad de mi primo hermano Roberto Salazar Peterson, llegaba uno a la Reforma y al torcer hacia la izquierda en la esquina de la derecha estaba la casa del Dr. Pedro Loyola Lucq que contaba con algunas héctareas de terreno sembrado de árboles frutales. A espaldas del rancho de los Loyola estaba el de la familia Flourie-franceses- que vinieron de Santa Rosalía a vivir a Ensenada.
Seguimos avanzando y nos encontramos con el rancho de Don Alfonso Peterson Gutierrez, hermano de mi Papá y por una callecita lateral al mismo llegaba uno al Club Campestre de Ensenada. Seguimos avanzando por la calle Reforma y a la siguiente esquina torcimos a la derecha para finalmente llegar a donde estaba el Rancho Valle Verde, propiedad de Don Luis Salazar y que administraba mi primo Roberto casado con Gloria Hussong.
El Dr. Loyola, casado con Esperanza Peterson, hija de Don Alfonso y Doña Esperanza Cota, fue un médico muy querido y prestigiado, una avenida de la ciudad lleva su nombre; hombre culto que también incursiono en la política como diputado.
La familia Flourie, son propietarios del Hotel Santa Isabel, están emparentados con los Gefroy y Bitterlin, propietarios del Restaurante El Rey Sol y que también vinieron de Santa Rosalía.
La familia de Don Alfonso, suegro de Loyola, han sido cazadores toda la vida: en eso siguieron la tradición del Dr. Bertram Peterson Hegge quien era un amante de la cacería.
Roberto Salazar también administraba en el mismo Rancho Valle Verde la lechería del mismo nombre: leche valle verde. Era el “ bobby” como le decían cariñosamente muy buen cazador…en fin, nieto también del Dr. Peterson.
La casa que habitaban era antigua, después la convirtieron en Casa de la Cultura que dirigía el Prof. Miguel de Anda Jacobbsen, hoy en día creo que forma parte de las instalaciones de una escuela.
El Club Campestre que estaba a espaldas del rancho de los Peterson era el lugar donde se llevaban a cabo eventos muy importantes desde el punto de vista social. Muchas fueron las bodas que allí me tocaron, los quinceaños y graduaciones.
Era todo aquello un entorno muy agradable, hoy sólo queda en la memoria de muchos ensenadenses que en aquellos años la veían como un lugar distante.
Estando mi gemelo y yo muy pequeños, unos cinco años, nos fuimos de la casa ubicada en aquellos años donde hoy esta la carniceria Herford, frente al CESPE hasta los ranchos citados, nos declararon perdidos y la policia fue en nuestra búsqueda…fue la noticia del día en aquel pacifico pueblo, después las nalgas recibieron su merecido castigo…
Que queda hoy de aquellos campos tranquilos que tonificaban los nervios?.Una contaminación visual de autos que van y vienen; de edificios que ocultan el horizonte de cerros, árboles y cielo que deleitaban nuestros ojos; las prisas conque la gente transita de un lugar a otro…
Dicen que recordar es vivir….!ojalá! y nunca se acabara.
martes, 5 de mayo de 2009
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