jueves, 7 de mayo de 2009

Tierra de Misiones.

CRONISTA DE ENSENADA

TIERRA DE MISIONES

Heberto Peterson Legrand

Al culto Dr. Carlos Echeagaray Santacruz
Descendiente de Fco. Xavier Clavijero
Autor de: Historia de La Antigua o Baja California


Los bajacalifornianos somos el resultado, originalmente, de dos vertientes que en el ayer se encontraron e interactuaron y cuyas raíces nos dan identidad propia. Somos el resultado del encuentro de lo indigena y europeo a través de la cultura cristiano-occidental que nos llegó fundamentalmente por la evangelización de esos ENSANCHADORES DE MEXICO, como les llamara Alfonso Trueba a los misioneros jesuitas, dominicos y franciscanos, que animados por su apostolado, vinieron a derramar la semilla de su verdad y de su amor a los aborigenes que habitaban la Alta y Baja California.
Baja California fue por más de dos siglos objeto inalcanzable, inconquistable, todos los intentos de conquista fracasaron. Tierra inconquistable por las armas, inhóspita, árida...roca en que se rompió la tenacidad castellana al decir de Trueba y donde sólo la cruz y no la espada logró penetrar para fusionar el contacto de dos culturas y proyectarlas al futuro.
El conquistador por excelencia, Hernán Cortés, fracasa; Alvaro de Saavedra naufragó; Diego Hurtado de Mendoza, a causa de una revuelta fracaso; Becerra de Mendoza, a causa de un motín, es asesinado; Ortuño, el primer castellano que piso tierras bajacalifornianas, murió a mano de los indios; otros más después de 20 viajes de exploración, no logran penetrar esta “ fugitiva california”.
Los misioneros logran establecerse en esta tierra de misiones y justo es reconocer su extraordinaria labor: Juan María de Salvatierra que debería ser reconocido como padre de Baja California y otros como Francisco María Piccolo, Pedro de Ugarte, Nicolas Tamaral, Jaime Bravo, Wenceslao Link, Fray Junipero Serra etc., que dejaron las comodidades de la cultura europea para entregarse en cuerpo y alma al servicio del indio Pericú, Cochimí y Guaycura, entre otros, recordando de seguro la bula papal: “ Sublimis Deus “ de 1537, donde el Papa dice entre otras cosas : “ Considerando que esos indios, como verdaderos hombres, no solamente son capaces de la fe cristiana, sino que como se nos ha hecho saber, acuden prontísimamente a esa fe, y queriendo poner aquello un adecuado remedio, con autoridad apostólica y mediante las presentes letras, decimos y declaramos, no obstante cualquier cosa anterior o que en contrario sea que los dichos indios y todas las demás gentes que en el futuro lleguen a ser conocidas de los cristianos, aunque se encuentren fuera de la religión de Cristo, no por ello están privados, ni deben ser desposeídos de su libertad, ni del dominio de sus cosas, así es que libre y lícitamente puedan usarlas, poseer y disfrutar de ellas, y no han de ser reducidos a servidumbre. Y si aconteciere que algo fuere hecho en contrario, sea irritó y vano y de ninguna fuerza ni consideración. Y esos indios y las demás naciones han de ser llamadas a la dicha fe de Cristo mediante la predicación de la palabra de Dios y el ejemplo de la vida virtuosa...”
Los misioneros vinieron a enseñar formas y educar a los indios con las armas de las letras, con la enseñanza de una religión de amor, a cultivar la tierra y aprender varios oficios, a domesticar animales...adentrarse en esta parte de la historia local, nos llevará a descubrir la riqueza que significo para esta tierra, inconquistable para unos, fugitiva para otros, y testigo de epopeyas de quienes sustentados en su fe inquebrantable vinieron a dar lo mejor de si Mismos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario