CRONISTA DE ENSENADA
IDENTICOS Y DIFERENTES
Vicisitudes de unos gemelos
(primera de dos partes)
Heberto Peterson Legrand
Sentado frente a la computadora hay días en que no se que tema voy a abordar. Me concentro y a veces me cuesta trabajo encontrar alguno, en otras ocasiones la “inspiración” llega pronto, aflora el tema y pongo manos a la obra, fluyen las ideas, se van deslizando los dedos en las teclas, concluyo el artículo, le doy una rápida repasada y lo mando al periódico. Tengo, entre otros, el defecto de no poner la atención que debo a la estructura, al léxico, etc. y estoy seguro que escritores conocedores han de encontrar muchos errores, por ello pido perdón...
Minutos atrás estaba pensando sobre que escribir, repase varios posibles temas cuando de repente me dije: “ escribe sobre tus experiencias como gemelo”, me entusiasmo la autosugerencia y, pues, manos a la obra...
Mi gemelo se llama Humberto Javier y yo Heberto Javier, brotamos a la existencia un 14 de marzo de 1941 (no se rían amigos). Desde el vientre materno mi gemelo era muy latoso, me daba patadas. Cuando nacimos yo muy amablemente le cedí el paso y el nació primero por eso es más viejo que yo dos minutos, es más se le nota...
Platicaba mi mamá que por error cierto día mi gemelo se quedó sin alimento porque a mí me dieron doble ración, como se dieron cuenta no lo se, de seguro mi gemelo ha de haber estado llorando inconsolablemente.
Ya estando más grandes, unos siete años de edad, mi gemelo hizo una travesura, mi Papá que era muy enérgico se le acerco para darle una merecida nalgada, mi gemelo corrió, mi Papá lo persiguió, se ocultó mi querido hermano y al dar la vuelta a la casa mi Padre Me ve
a mi y dolorosamente se confundió y me plancho las nalgas. La justicia se confundió y el inocente las pago...
Un par de años después, en la escuela “ Héroes de Baja California” y estando en diferentes salones decidimos engañar a los maestros cambiándonos de salón, así lo hicimos y una semana después dimos reversa sin que se percataran del hecho.
Mi gemelo era un gallo enano, era muy entron para los golpes...yo era más...prudente...sin embargo cierta ocasión llegó a la casa y me dice: “ mira aquel quiere pelearse conmigo y sale su buey (yo) a que me partieran la...cara.
Ya jóvenes, guapos y muy apuestos, platicamos y decidimos ya no vestirnos igual, ya nos sentíamos animalitos de exhibición, pasa el tiempo y cierto día nos invitaron a una fiesta en casa de Elsa Tavares. Llegó mi gemelo de trabajar , se arreglo para irse a la fiesta. Una media hora después llegué yo, me arreglé, mi Mamá se dio cuenta que me vestí exactamente igual a mi gemelo. Me fui a la fiesta y lo primero que veo es al otro “monito” vestido igual. Los dos nos vimos de arriba hacia abajo y pues...ni modo.
En otra fiesta estaba yo bailando con una amiga y tuvo necesidad de ir al tocador. Me quedé esperándola, casualmente mi gemelo estaba cerca, sale la muchacha, regresa y en el camino se encuentra a mi hermano, le pide seguir bailando y aquel que siempre tuvo un espíritu de sacrificio se puso a bailar y yo me quede de mirón viendo lo bien que se deslizaban sobre la pista...se veían divinos...
En verano vinieron de vacaciones dos primas del D.F., gemelas del mismo mes y del mismo año que nosotros. Una se llama Rosa Blanca y la otra Blanca Rosa, no cabe duda que tenían unos padres con una muy fecunda imaginación, batallamos un poco para no equivocarnos (pagamos las que debíamos). Un día de común acuerdo ellas se vistieron igual y nosotros también. Salimos a pasearnos por la calle Ruiz y Primera y fuimos la atracción del día...!como nos divertimos!.
Mi gemelo y yo somos idénticos y diferentes: físicamente iguales aunque el un poco más feo, los dos muy buenos bailarines, pero el mejor aún; él era más aventado que yo, hoy lo tienen más tranquilo y reposado; el tuvo muchas más novias, yo era más tímido, así se les dice a los mensos hoy en día, yo tenía fama de serio, el de alegre; a mi siempre me gusto estar pegado a los libros y escribir; en mi casa me decíaan el “leyon” con la intención de hacerme enojar pero...; el tiene otras aficiones, es muy trabajador, más practico que yo, el hace trabajos de plomería etc., si yo cambio un foco en la casa o intento arreglar una plancha todos se angustian (exagero un poco); el es sumamente caritativo, por todos se preocupa y siempre anda buscando a quien ayudar; yo no tengo la grandeza de su corazón. Podría seguir enumerando semejanzas y diferencias pero me faltaría espacio.
Cuando mi esposa estuvo embarazada mi gemelo estuvo achacoso con los tres hijos ( no piensen mal) yo también estuve pero a mi me dio por los antojos y le estoy muy agradecido a mi gemelo que la peor parte la haya asumido..je je., es más, cuando mi gemelo andaba en viaje de bodas andaba achacoso porque mi señora estaba embarazada, dice el que mis hijos a el también le han costado... Cuando mi cuñada estuvo embarazada yo seguí de antojos y con algo de sueño.
En otra ocasión estando yo en la Empacadora Porteña trabajando me sentí mal y me fui a la casa, ya estando en cama habla mi Mamá a Tijuana donde estaba viviendo mi hermano y resulta que acababa de llegar de su trabajo porque se había sentido mal. Muchas veces cuando he intentado hablar con el por teléfono al mismo tiempo el esta tratando de comunicarse conmigo; hay veces que yo ando inquieto y preocupado y resulta que el trae un problema y al revés, el siente mis estados de ánimo; una Navidad, sin ponernos de acuerdo les regalamos lo mismo a nuestras esposas...allí se las dejo.
Comparto contigo lector estás anécdotas de unos gemelos comunes y corrientes..
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