CRONISTA DE ENSENADA
KATSUO NISHIKAWA KINUMURA
Con mi cariño a Amelia, Katsuo, Kenichi y Keiko.
Heberto Peterson Legrand
Recuerdo aquel 4 de agosto de 1984. Estaba esa noche trabajando en mi escritorio, leyendo y revisando algunos papeles, concentrado, pero...de repente y sin causa aparente, me vino a la conciencia el recuerdo de Katsuo, volvía a mi actividad y nuevamente recordaba a Katsuo, volvía a mi ocupación y al rato jalaba mi atención el recuerdo de Katsuo y además me sentía algo inquieto, algo presentía. Le hablé a Toña, mi esposa, y le dije: No se que me pasa, ando inquieto, algo presiento y está ocupando el campo de mi atención Katsuo, he tratado de volver a mi actividad pero una y otra vez la imagen de Katsuo se presenta...no se que será. Ya noche me fui a acostar y después de ver un rato la televisión apague la luz y me dormí.
Al día siguiente, ya tarde recibí la triste noticia de la muerte de Katsuo por la imprudencia de un borracho que ese día 5 de agosto había acabado con la vida un hombre admirable en muchos sentidos...¿una premonición?...no lo se.
Me impacto mucho su muerte y recordé como la noche anterior involuntariamente afloraba cada rato la imagen del amigo admirado. Me costaba trabajo aceptar que había muerto aquel brillante hombre de ciencia, tan joven, que mucho prometía, orgullo de los ensenadenses, miembro de la primera generación de Oceanólogos que egresaron el año de 1965; becario por la UNESCO en Río de Janeiro, en Brasil y en la ciudad de Tokai en Japón; maestro de Ciencias Marinas, formador de muchas generaciones; Director del Instituto de Investigaciones Oceanológicas; Obtuvo su Maestría en Oceanografía en Oregon, USA en 1977 y su Doctorado en 1980; académico brillante, prolífico, que estando en la madurez como persona y hombre de ciencia fue arrancado a quienes lo queríamos y admirábamos: su familia, colegas, amigos, alumnos, seguidores y al mundo de la ciencia...
La última vez que vi a Katsuo fue en el Centro Comercial donde hoy está la papelería Otaola, unos veinte días antes de su muerte, allí me obsequió unos formatos para arboles genealógicos, días antes le había comentado que traía la inquietud de investigar sobre mis antepasados y al respecto me dio algunas orientaciones.
Ese año de 1984 yo estaba como director de COMESA, donde se producía el noticiero “Ensenada al día”. Habíamos terminado de editar el material para el noticiero, mandé el cartucho al canal 23, me quedé en la oficina y estando frente al archivo me acordé que a Katsuo se le habían hecho algunas entrevistas y pensé que sería un excelente regalo poner en un cartucho de VHS las entrevistas y obsequiárselas a Amelia. Pusimos manos a la obra, el material era excelente y emocionado fui a casa de Katsuo, le entregue a Amelia el Cassette y le dije que lo llevaba para que conservaran el recuerdo de Katsuo y para que los hijos cuando fueran mayores pudieran recordar a ese gran padre y esposo, ojalá y aquel obsequio que emocionado le entregue a Amelia haya cumplido su objetivo.
A Katsuo lo conocí cuando estabamos en la secundaria, mi gemelo y yo estabamos junto con Yukio, su hermano, hoy ingeniero y que organizo a fines del pasado mes de Julio la Convención Nikkei (descendientes de japoneses) que se realizó aquí en Ensenada con mucho éxito y que también dirigió el evento “ Ensenada de Todos “.que los ensenadenses hemos abrazo por tercer año consecutivo.
Ayer a espaldas de Ciencias Marinas, junto al mar, nos reunimos un grupo de amigos, familiares, colegas y discípulos de Katsuo para rendirle un homenaje. Fue muy emotivo, un acto ajeno a todo protocolo en el cual de manera espontánea muchos de los presentes hablaron para traer a la memoria y dar a conocer anécdotas de Katsuo, en su actividad científica, como hermano, esposo, amigo; comentarios que retrataban su dimensión humana y dejaban ver la admiración y cariño que sembró en su corta vida. Amelia, su esposa, dijo, entre otras cosas, que el presentía que iba a morir joven y así fue ya que estaba por cumplir 41 años. Hombre creyente y científico que nos dejo el calor de su amistad, amistad que fue de entrega al servicio de los otros.
Decía Machado: “ Caminante no hay camino se hace camino al andar...” Katsuo hizo camino, sembró su camino de bien, dejó la huella de su paso y las páginas de la historia de Ciencias Marinas y del mundo de la ciencia registra su historia fecunda que ya ha dado muchos frutos en las generaciones que él forjó.
Hijo distinguido y orgullo de Ensenada....!Descansa en Paz!
sábado, 9 de mayo de 2009
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Sr. Heberto Peterson:
ResponderEliminarEn una noche de estrés en el DF, después de una horrible y larga jornada laboral, me senté a repartir mi ocio buscando nombres en el Internet, y, accidentalmente buscando publicaciones de mi hermano, tuve el privilegio de encontrarme su artículo.
Le quiero agradecer por las palabras tan cariñosas y bellas que publicó sobre mi padre. Justo hoy, lo traje constante en mi pensamiento.
Le envío un fuerte saludo y espero que continue en esta labor
Kenichi Nishikawa Chávez
Hijo de Katsuo