domingo, 15 de agosto de 2010

PRESENTACION DEL LIBRO...ESPERANDO LA MUERTE.

Presentación del libro “ Esperando La Muerte” y otros relatos del escritor Ramiro Padilla Atondo
Ediciones ILCSA, S. A. de C.V. primera edición abril de 2010, Tijuana, B.C.
Presentador: Heberto J. Peterson Legrand: Director del Archivo Histórico de Ensenada, escritor y cronista de Ensenada.


Recuerdo cuando tuve en mis manos y leí “ A Tres Pasos de la Línea”, primer libro del escritor Ensenadense Ramiro Padilla Atondo que trata sobre los anhelos y vicisitudes de los migrantes.

Escribí un artículo festejando ese logro y entre otras cosas dije entonces: “ refleja en su obra ser un agudo observador del mundo en que se ven inmersos nuestros hermanos que dejando atrás familia, pueblo o ciudad, cultura, amigos y ese entorno que los vio crecer, con el dolor que todo ello implica, se encuentran de la noche a la mañana en un mundo que les es totalmente ajeno: una cultura muy distinta, el muro del idioma, la incomprensión, en algunos casos la xenofobia, la soledad que hace presa de ellos y la ausencia del cariño de sus seres amados…”, un libro con un mensaje social y humanamente ilustrativo.
Hoy nos presenta a su segundo hijo: “ Esperando La Muerte” y otros relatos. Una novela que intenta y logra ponernos a pensar.
Los autores de novelas o cuentos tienen distintas vías por las que se alimentan: las experiencias personales fuertemente vividas que los han marcado de alguna manera; el entorno que les rodea y les ha permitido ver la condición humana expresándose de muy diversas maneras; su imaginación que puede ser muy fecunda y el talento de su creatividad que le permite armar los escenarios donde se mueven sus personajes y capturar la atención de sus lectores que haciendo uso también de su imaginación van recreándose y sintiendo que en ellos se conjugan emociones que alteran el ánimo y sentimientos que retratan la nobleza; la realidad y la ficción se mezclan y desde el lector la subjetividad hace acto de presencia se quiera o no…
Yo creí ver en “ Esperando la Muerte” por la manera en que retrata al personaje central, a un ser querido del autor, pero no sé hasta dónde llega la realidad y donde la creatividad del autor. No lo quise averiguar, no le quise preguntar a Ramiro porque muchos que lean la novela no podrán imaginar al personaje de la silla de ruedas como yo porque si lo conocí tenía sólo un retazo de él, desconocía su trayectoria humana y mucho menos el fatalismo, el rumbo que le había imprimido a su vida. En “ Esperando la Muerte” vi el encuentro de hermanos que se aman y admiran pero que el orgullo a veces les impide en cierta etapa de la vida dialogar con transparencia; uno se quiere acercar y ayudar, el otro se cierra sobre si mismo y rechaza sobreponiendo su terquedad al amor que oculta y la silla se convierte en el instrumento para justificar su declive y el escudo de la familia en un símbolo que contribuye a la justificación…
Una novela donde no aparecen nombres-sólo uno o dos-, pero allí están el papá, la mamá, la cuñada, los hermanos, los conocidos del barrio…En fin, esperando en la muerte una redención muy “sui generis” que se convierte en una derrota.
En su relato “ Un Funeral” nos retrata la cruda realidad que hoy daña el tejido social, a toda la sociedad: El mundo de los secuestros donde un hombre de bien, luchando por construir un futuro para su familia es secuestrado, torturado y asesinado por delincuentes. El hecho impacta terriblemente a la esposa hijos e hija que sienten que su mundo da un vuelco y se sienten amenazados por los secuestradores. El hecho impacta además al vecino que ya se siente inseguro y como posible próximo secuestrado pues sabe que los secuestradores ya no se van sólo por los peces grandes; al empleado que hace una remembranza de su patrón resaltando sus cualidades, sus virtudes, la relación con sus hijos y la amistad que siempre le expreso en los hechos. Describe Ramiro a sus personajes muy bien, con sus rasgos psicológicos y permitiendo que nuestra imaginación les ponga cuerpo y rostro.
En la contraportada se lee lo siguiente:”…un libro que la critica ya aclama como lo mejor del realismo sucio de la última década. Yo diría un realismo dolorosamente crudo.
En el relato : “De cómo mis hermanos se convirtieron en fantasmas” Es quizá el más crudo, porque nos mete a un mundo de miseria, de drogadicción y prostitución, donde la podredumbre humana aflora, donde los vicios atrapan cancelando el futuro de seres humanos; donde la falta de orientación y formación en valores está ausente
El autor en una parte de su relato dice: “La razón de este relato es explicarles el camino que lleva de ser un humano normal a un espectro o fantasma, claro, en vida”. En otra parte sigue diciendo: “Si lo piensan un poco se darán cuenta de que tengo razón. Quizá una frase mal interpretada al ser regañado por aquel profesor que solo quería que te esforzaras más, o aquel gesto de tu padre enfadado que entendiste que no te quería cerca de él fueron detonantes de tu conversión a el espectrismo”.
Más adelante dice: “Imagínate la palabra ¡inútil! De los labios de alguien cercano a ti como puede ser tu padre, tu madre, tu tío o alguien con ascendencia sobre ti.
Esa simple palabra puede desencadenar las más absurdas emociones y afectar tu vida al grado de convertirte en fantasma. Si así es, ¡fantasma!.”
Situaciones donde los hermanos comienzan a convivir con gente viciosas en barrios conflictivos, arrastrando a su madre y a su padre que presas del dolor que los desgarra ven como sus vidas se van deteriorando y perdiendo el sentido de la existencia.
El último relato” “El Descanso” tiene que ver con un tipo a quien conoció de pasada y con el que nunca cruzo palabras.
Quien se convirtió en el narrador de la historia de éste personaje fue su vecino quien lo sufrió y con quien compartía una de esas relaciones de amistad-odio, nos dice el autor.
El personaje falleció y Ramiro se queda con la duda de si el narrador tiene que ver con ella porque motivos le sobraban para matarlo…
El autor lo consideró como el más conocido antihéroe del barrio y adelante dice: “ Descanso Rigoberto y descansamos todos” y reflexiona: “ yo no sé si se nace siendo malo o no, a mi me dicen que la maldad se aprende pero en el caso de mi camarada yo lo dudo”. En otra parte comenta que : “ El jefe murió arrepentido de no haberlo sabido educar y cansado de sacarlo del bote”
El narrador como sucede en relatos anteriores, describe los barrios, los cholos y dice: …al Rigo le dio por hacerse cholo. Antes se reía cuando los veía pasar bien tumbados y hasta les daba carrilla. Yo no sé ni cómo los empezó a cotorrear, pero eso es lo de menos, lo cura fue de que un día para otro el bato se empezó a vestir con pantalones dickies y camisa de franela. Ahora todos los cholos andan bien pelones y tatuados. En aquel entonces traían el cabello largo y se ponían una red para que el pelo se les hiciera para atrás. Se ponían sus camisetas blancas y la camisa de franela se la abotonaban nomás de arriba. Se ponían sus zapatos de charol y se salían según ellos a cantar barrio. Yo creo que por eso le gustó esa cura al Rigo, porque así se podía pelear en bola y aparte las morras le capeaban, las morras del barrio de los cholos…”.aflora pues ese léxico tan peculiar que les daba un sentido de pertenencia a su medio…y su mejor medio para comunicarse…
Rigo a quien desde que nació en el hogar se le cumplían todos sus caprichos y se le permitían sus tropelías siempre encubriéndolo, protegiéndolo haciendo de él un ser egoísta, delincuente que sólo daño dejo en su camino…
Ramiro reafirma su madera de escritor y sigue transitando por la ruta de la maduración como tal y de seguro seguiremos recogiendo el fruto de su trabajo intelectual, de su fecunda creatividad que no es estéril porque nos permite adentrarnos a su mundo interior donde reflexiona y siembra inquietudes…
Esperemos que tus futuras obras sigan dejando algo bueno, necesidad urgente hoy día.
Mis comentarios son los de uno más de tus lectores, de seguro habrá quien haya sabido más que yo, encontrar detrás de las palabras otros mensajes, otras imágenes que de seguro ilustrarían más el presente y modesto trabajo.
¡Enhorabuena!
Fraternalmente.
Heberto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario