domingo, 15 de agosto de 2010

CRONISTA DE ENSENADA
Heberto J. Peterson Legrand

DOÑA ELENA MARGARITA PRADO GUTIERREZ.
( Talentosa Dama que dejó para Ensenada lo mejor de sí Misma )

Nacíó en la Ciudad de México, D. F., el tres de enero de 1911 donde hizo sus primeros estudios dedicándose toda su vida al comercio…
A principios de 1944 tuvo, lamentablemente que divorciarse, y llega a Ensenada el 10 de junio del mismo año en compañía de su hijo, hoy Ing. Eduardo Cruz Prado, donde radicaba su prima hermana, Doña Guadalupe Silva de Novelo, de quien recibe grandes muestras de cariño y la alegría de que haya decidido integrarse a la comunidad de Ensenada.
Mujer emprendedora e independiente trabajó durante dos años en la “Mueblería Nueva” propiedad de Don Jaime Getcher de origen Judío.
Su espíritu inquieto y deseo de superación la llevan a comenzar su vida de comerciante vendiendo ropa en el Sauzal y Manchuria.
Ya estaba en ella latente la semilla de sus inquietudes artísticas y en el año de 1940 participó en un Concurso que organizó la empresa “ Mueblería Nueva” en el Distrito Federal, mueblería que tenía coincidentemente el mismo nombre que la de Ensenada sin existir entre ellas relación alguna. Se hizo acreedora y recibió con emoción una merecida Mención Honorifica.
Ya en Ensenada la belleza del puerto y su gente de quien recibió el calor de la amistad y el trato amable que ella supo cosechar, despertó su inspiración, su talento, y comenzó a componer canciones que reflejaban su gran sensibilidad y su agudo espíritu de observación. Entre las canciones nos lego “ La Divina Ensenada”, además de poemas románticos hacia la ciudad sus padres y amistades. La música y sus poemas eran el lenguaje en que ella se expresaba para dejar que afloraran sus sentimientos, sus alegrías, sus nostalgias, sus amores… era parte de su naturaleza.
En 1946 empezó a estudiar inglés con la profesora Baido, de nacionalidad Estadounidense que radicaba en el puerto, ello con el propósito de poder servir a la clientela del país vecino que entonces era abundante.
Dama emprendedora decide en 1947 establecer su tienda en el “Pasaje Romero” y le pone por nombre “ Casa Prado” que tenía como característica vender exclusivamente mercancía mexicana como vestidos: para bautizos, Primera Comunión y vestimentas para folclore: Charro y China Poblana.
Conocí su tienda ya que mi familia eran clientes de ella y a mis hermanos y a mí nos quería mucho y guardo de ella muy grato recuerdo. Mi cuñado el Dr. Elpidio Berlanga fue tutor de Eduardo su hijo.
Con cierta frecuencia aparecía junto a su prima en Programas de Radio en la XEPF, que regenteaban el distinguido Prof. Jorge Olguín y su muy querida esposa Doña Leonor a quien con mucho cariño sus amistades le decían “ Piki”.
Doña Guadalupe Silva de Novelo tocaba el piano y cantaba interpretando sus propias canciones y las de Doña Elena Prado. Doña Guadalupe, Dama de gran sensibilidad, además escribió un libro de poesías.
Doña Elena Prado durante años mantuvo un Programa de publicidad para la “ Casa Prado” cuyo programa se componía de danzones. Hoy que el Instituto de Cultura de Baja California-entre otros- está impulsando el danzón que ha sido muy bien aceptado entre la población Ensenadense hay que voltear hacia atrás y considerar a Doña Elena como antecesora de este buen proyecto.
De hecho el pasatiempo de Doña Elenita como le decían cariñosamente, eran el baile, además de su intensa vocación por la composición de canciones y poemas.
Fue una prolífica compositora sobre todo del género romántico aunque no dejó de componer un vals, tango, danzón y algunos otros de vacile, me comenta su hijo Eduardo.
Compuso aproximadamente entre 120 a 150 canciones siendo la mayoría puestas en el pentagrama por músicos que ella contrataba por ser lírica, entre ellos el querido maestro Don Geová Boggiano de grato recuerdo entre los músicos de Ensenada.
Así mismo escribió cerca de 300 poesías de las cuales muchas aparecieron en revistas culturales de Ensenada y de otras ciudades del Estado de Baja California.
Formó parte de la prestigiada organización de Mujeres Profesionistas y de Negocios donde fue una socia muy activa y donde dio lo mejor de sí misma.
El Ing. Eduardo Cruz Prado, su hijo y exalumno de la Secundaria Héctor A Migoni hizo entrega a la Sociedad Ensenadense a través del “Archivo Histórico de Ensenada” la obra de Doña Elena, hecho que nos enorgullece y viene a enriquecer el acervo al servicio de la comunidad a la que tanto quiso.
Doña Elena entrego su alma al Creador hace aproximadamente unos cinco años en México D.F. y nos dejó como herencia lo más entrañable para ella…la obra de su talento e Inspiración.

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