martes, 30 de junio de 2009

DR. PEDRO LOYOLA LUCQ. septima y última parte.

CRONISTA DE ENSENADA
DR. PEDRO LOYOLA LUCQ
(séptima y última parte)
Heberto J. Peterson Legrand

En su capitulo “Salud Pública” nos comenta en sus “Memorias”: En el año de 1962 tuve necesidad de llevar en Morelia durante 6 meses un curso intensivo de salud Pública, para aprobar Administración Regional de Salud Pública y poder jefaturar el Centro de Salud de Ensenada, Centro que yo había logrado se edificara y del cual fui su primer Director, Había logrado asimismo, con la ayuda del Ing. Coq Director de Obras y Construcciones de la Secretaría de Salubridad en esa época, la construcción de los Centros de Salud de San Vicente, Ojos Negros, Maneadero, El Rosario y el Centro de Salud con Hospital de Colonia Guerrero todos ellos puestos en servicio en 1963.
Las funciones del Centro del Centro eran sumamente variadas, consultas, vacunaciones, servicio dental, rayos x, laboratorio, dispensario, antituberculosa, vigilancia del estado sanitario de su jurisdicción, exámenes a trabajadores, campañas antivenéreas, vigilancia de hoteles, restaurantes, panaderías, transportes de carnes, carnicerías, pasteurizadoras de leche, establos, rastros etc. y Sanidad Internacional. Yo poseía el grado de Comandante de Sanidad Internacional, para revisar los barcos que atracaban en el puerto, para evitar epidemias y contagios que puedan llegar por mar. Entonces como se exportaban por Ensenada muchos miles de toneladas de algodón, teníamos en ocasiones de 5 a 6 barcos cargueros extranjeros al mismo tiempo, a los que el Comandante de Sanidad Internacional, yo entonces, debía visitar en altamar para revisar su documentación sanitaria y examinar el estado de salud de tripulantes y pasajeros, para ello, tenía que presentarme de uniforme azul marino, saco cruzado con botones dorados, charreteras con 4 barras paralelas, kepi blanco con escudo y leyenda de Sanidad Internacional México. Hasta después de la visita y si se encontraba con todo orden, podían pasar los aduaneros, agentes de migración y agentes del barco.
En alguna ocasión arribó a Ensenada el yate del hijo del Dictador Trujillo, de la Isla de Santo Domingo, Radamés Trujillo, quien no creyó necesario sujetarse a los reglamentos internacionales,, por lo que me vi obligado a impedirle con los aduaneros y agentes de migración armados, pues todas estas autoridades incluso El Ejercito y La Marina, son auxiliares de Salubridad en casos especiales, lo que se llama “La Libre Plática”, es decir la autorización para bajar a tierra. Entendió Trujillo que no podría tocar Ensenada si no se sujetaba a los reglamentos y pidió la visita de Sanidad.
En 1966 había en la ciudad una enorme cantidad de perros sin dueño y se presentaron dos casos de rabia humana, que desgraciadamente fallecieron en medio de atroz desesperación. La Secretaría de Salubridad logró el apoyo de la Oficina Sanitaria Panamericana para instaurar en la frontera norte de nuestro país un programa para el control de la rabia.
En la parte trasera del centro de salud con apoyo económico de la Oficina Sanitaria Panamericana construí una perrera con jaulas individuales para observación de animales sospechosos o que hubieran mordido a alguna persona, jaulas colectivas para perros callejeros y un pequeño horno, donde se eliminaban con bióxido de carbono a aquellos animales que no eran reclamados por sus dueños o que simplemente no tenían dueño.
Se recolectaron diariamente perros callejeros, pero su número era tan grande que no avanzaba gran cosa en disminuir la población canina, por lo que propuse a la Secretaría efectuar una campaña masiva de eliminación en las calles, para disminuir efectiva y rápidamente gran número de animales sin dueño. La Secretaría aprobó de “palabra”, no por escrito mi proposición, pues si había algún accidente el responsable sería yo, no la Secretaría. Me jugué el albur, organicé brigadas mixtas de infantería de marina con personal del Centro de Salud y todos los días de madrugada, salían las brigadas bien provistas de albóndigas de carne rellenas de estricnina. Se dividió la ciudad en sectores y en formas de abanico desplegué al personal, seguido a una cuadra de varios camiones de basura del Ayuntamiento. El enorme riesgo que corríamos era que alguna albóndiga envenenada fuera comida por algún niño que la encontrara; fueron casi dos semanas que no dormí por el temor que algo saliera mal.
Cálculos aproximados hicieron llegar a 12,000 perros eliminados, sin tener que lamentar ningún accidente. Claro que algunas gentes y periódicos me bautizaron como “mataperros” y llegaron a amarrarme perros muertos en la defensa de mi auto. Como la campaña fue un éxito, en el boletín de Salud Pública de enero de 1968 me publicaron un trabajo que presenté resumiendo la campaña, pero disminuyeron el número real de animales eliminados para no provocar demasiadas críticas de los clubes defensores de los animales.
Asimismo, la Secretaría de Salubridad y la Oficina Sanitaria Panamericana me enviaron a Houston, Texas, a un Congreso de Salud Pública Internacional, donde expuse en pláticas, con diapositivas, películas tomadas en mis capturas gráficas, lo hecho en Ensenada para la disminución de la población canina de animales sin dueño. Fui ampliamente felicitado. A dicha conferencia me acompaño Kity y como no era gran cosa el volar a Houston, nos fuimos antes con algunos amigos a Yucatán, de ahí volamos Kitty y yo a Nueva Orleáns donde estuvimos varios días y finalmente arribamos a Houston.
Estimados lectores, con esto terminamos parte de la semblanza de un Médico, un personaje que se enamoró de Ensenada, aquí hecho el ancla, se casó con una Ensenadense, crearon una familia integrada por personas positivas que aportan lo mejor de si mismos a la comunidad como el mejor tributo a su Padre y Madre...

lunes, 29 de junio de 2009

DR. PEDRO LOYOLA LUCQ. sexta parte

CRONISTA DE ENSENADA
DR.PEDRO LOYOLA LUCQ
(sexta parte)
Heberto J. Peterson Legrand

En el transcurso de nuestras vidas sabemos donde nacemos, pero no imaginamos por que caminos habremos de transitar, y todo ello se convierte en un cúmulo de experiencias que nos permite ir conociendo la condición humana y con ello se va construyendo esa historia personal y social en la que nos vemos envueltos, a veces provocando y empujando los acontecimientos y a veces empujados por ellos...
El Dr. Pedro Loyola Lucq, observador de su entorno y actor en muy diversos escenarios nos sigue platicando en sus “Memorias” de otras vivencias más: y titula otro de sus capítulos “Espionaje:” y comenta: “ Varios años después de haber terminado la Segunda Guerra Mundial, fue encontrada en la Sierra de San Pedro Mártir una estación inalámbrica abandonada, pero aún en posibilidad de trabajar, se ignora quién o quienes la montaron y utilizaron, pero por las características de las torres y el secreto de su erección y funcionamiento, se piensa que los que las levantaron y las operaron o eran alemanes o partidarios de ese país.
Las mencionadas torres fueron traídas a Ensenada y levantadas en la manzana situada entre las calles 5ª. y 6ª y Miramar , donde por muchos años estuvieron dando servicio inalámbrico con el centro del país.
En la década de 1930 las costas de Baja California pululaban de pescadores japoneses establecidos en la zona. La pesca estaba en sus manos y había en esta ciudad otros muchos de la misma raza dedicados a pequeños ranchos, comercios, fotografía, etc. Es de suponerse que la mayor parte de ellos eran espías del Imperio del Sol Naciente.
En la Ave. Gastélum y casi esquina con la calle Primera, existía en ese entonces la fotografía de un japonés llamado Harry Tai, quien vivía con su familia, compuesta por su esposa, dos hijas jovencitas y un niño de unos 6 ó 7 años. Harry Tai era alto, bien parecido, educado y ceremonioso como los orientales.
Tuve la oportunidad de atender a la familia como consecuencia de un serio accidente automovilístico en la Cuesta del Carmen de la carretera libre a Tijuana. El niño cerró la llave del encendido en la bajada, inmovilizando la dirección y toda la familia se fue al barranco. Murió inmediatamente el menor, una de las hijas se luxó un hombro aparte de golpes y heridas, la otra hija y Harry salieron más o menos bien librados, en cambio la esposa de Tai sufrió fractura en la espina dorsal, de ambas piernas y del brazo izquierdo. Fueron trasladados al Hospital Civil, del cual en ese entonces era yo el Director y como no había en la ciudad ningún traumatólogo, tuve que hacer lo que pude para ayudar a la Sra. Tai. Improvisé con cuatro barrotes y poleas una cama de lona fuerte, para poder tener inmóvil a la Sra. y poderla asear, pues además de las fracturas hubo que practicarle un legrado pues estaba embarazada de 3 ó 4 meses y el producto falleció en el accidente. Estuvo enyesada bastante tiempo, pero conseguí que sus fracturas soldaran y con cierta dificultad volvió a caminar con muletas.
Al atacar Japón en diciembre de 1941 a Pearl Harbor, México ordenó la concentración de todos los japoneses que habitaban la Baja California a Guadalajara y otras ciudades del interior, pues se temía y con razón que pudieran ayudar a sus paisanos en un ataque a Estados Unidos, usando como trampolín a la Baja California. Años después tuve noticias ciertas de que Harry Tai el humilde fotógrafo de Ensenada, era Almirante de la Armada Imperial y primo cercano del Emperador Hirohito.
En otra parte y en relación con la Guerra sigue comentando: “ El General Cárdenas vino a tomar posesión de la Jefatura de Armas de la 1ª. Zona Militar y hubo de acceder a que cada determinado número de kilómetros por las costas se pusieran partidas de militares mixtas, mexicanos y americanos con equipo de radar americano y artillerías del mismo origen, pues los Estados Unidos pretendían invadirnos para proteger el sur de su país. Con tal motivo, se organizó la población de Ensenada para el caso de una invasión por parte de Japón.
Se declaró la ciudad en estado de alerta, no se permitía ninguna ventana iluminada o luz cualquiera, el alumbrado de las calles estaba apagado, los pocos autos que circulaban tenían los faros tapados con papel negro y sólo una pequeña rendija vertical se veía, se nombraron jefes de manzana con la obligación de evitar que ningún rayo de luz se escapara de las casas a las tinieblas del exterior. La población masculina de los 18 a los 60 años recibía instrucción militar diaria; se formó un numeroso grupo de jóvenes ensenadenses a quienes se adiestró como pilotos de avión ( Pancho Zárate, Boby Salazar, Jorge Hernández, etc.).
A mi se me encomendó organizar y adiestrar a un numeroso contingente de muchachas para enseñarles algo de enfermería y primeros auxilios, haciéndose la distribución por zonas y dotándolas de botiquines elementales.
Se inició en la salida de la Calle 10 una cueva como refugio antiaéreo para la población civil, dicha cueva la utiliza actualmente Bodegas Santo Tomás como CAVA.
Las comunicaciones con el centro del país no existían, el servicio de cabotaje se suspendió. La comunicación a Sonora por carretera y por ferrocarril aún no existía y por avión mucho menos.
Los Estados Unidos estaban racionados por su esfuerzo de guerra y nosotros más racionados aún, rara vez se conseguía leche, ropa, gasolina etc. No nos moríamos de hambre, pero si hubo mucha escasez de todo.”.

DR. PEDRO LOYOLA LUCQ. quinta parte

CRONISTA DE ENSENADA
DR. PEDRO LOYOLA LUCQ.
(quinta parte)
Heberto J. Peterson Legrand

Seguimos con la “Memorias” de Don Pedro Loyola Lucq en un capitulo que titula “Mi Fracaso Como Político”: “ En la primeras Legislatura del Estado Libre y Soberano de Baja California formada por 7 padres conscriptos, había un hotelero César Ruiz Moreno de Mexicali, un ejidatario Armando Fierro, un agricultor, un líder de los trabajadores del Estado y un Representante de los Obreros, todos ellos eran de Mexicali, Genaro Castro de Tijuana y yo por el Séptimo Distrito de Ensenada, se suponía que los dos amigos de Braulio Maldonado, éramos Genaro y yo, los demás fueron por el P.R.I.
Braulio con sus ideas izquierdizantes empezó a cometer un cúmulo de errores en su administración y a provocar conflictos en las diferentes clases sociales, y corrientes de opinión, el día de la toma de posesión del Gobernador, me tocó como Presidente de la Cámara de Diputados, acompañar junto con Fierro, al Sr. Presidente de la República, Don Adolfo Ruiz Cortines, en su automóvil descubierto, de la Casa de Gobierno, al Cine declarado como recinto oficial para la toma de posesión del primer Gobernador del Estado. En el trayecto Don Adolfo nos hizo ver a Fierro y a mí que teníamos la obligación de evitar que en un Estado que nacía se implantaran los errores que ya había en la mayoría de los Estados de la República y nos hizo prometerle que haríamos lo que estuviera en nuestras manos por hacer de Baja California un Estado moderno y lo mejor conducido posible.
Los errores de Braulio aumentaban cada día, al grado de cambiar de opinión y la simpatía que al principio tenía, en animadversión y temor. Importó de Michoacán una banda de forajidos “ Los Chemitas”, grupo de pistoleros y asesinos, para su protección y para encomendarles el trabajo sucio...”
A medida que crecía la impopularidad del Gobernador, sus antiguos amigos Genaro Castro y yo, nos fuimos constituyendo en la oposición dentro de la Cámara. Entre las muchas leyes que mandó Braulio al congreso estaba la de Policía, aprobada por 5 votos y con 2 en desacuerdo, Castro y yo; mediante dicha Ley, el Inspector General de la Policía del Estado era a su vez jefe de las Policías Municipales, haciendo nugatorio el municipio libre.
Después de varias platicas con los compañeros Diputados, Genaro y yo logramos convencerlos de que dicha Ley por inconstitucional debía ser derogada; aprovechando un viaje a Los Angeles, CA. del Gobernador, logramos derogar la Ley dejando cesante al inspector General de Policía Sr. General Felipe Astorga. Inmediatamente le dieron aviso por teléfono a Don Braulio de lo que había ocurrido y se dejó venir a Mexicali, nos citó en su despacho sumamente enojado y pretendió que firmáramos una aclaración a la prensa que ya había dado la noticia en grandes titulares en todo el Estado, aclaración en que pretendía hacer creer que había sido una noticia no apegada a la verdad, y que nada había sucedido. Castro y yo nos negamos rotundamente a desmentir la noticia, nos hicimos de palabras con el Gobernador......”
Abandonamos el despacho del Gobernador y nos fuimos Genaro y yo a Caléxico a tomar unas copas, pues pensamos que el resto de los Diputados (quienes ya habían firmado lo que Braulio pretendía), nos iban a desaforar. No se atrevieron a tanto, pero de ahí en adelante éramos los patitos feos, nos siguieron hostigando en mil formas, Castro tuvo un accidente de auto cerca de la población de Rosarito, al parecer un carro de los Chemitas se le cerró sobre un puente de madera cayendo al barranco, salió vivo, solamente golpeado. Como teníamos todas las de perder, los de la oposición solicitamos a Don Angel Carvajal, Ministro de Gobernación en ese entonces, la desaparición de poderes del Estado por el cúmulo de errores y arbitrariedades del Gobernador, al no recibir respuesta, me traslade a México, solicite y obtuve entrevista con el Ministro de Gobernación, le expuse cual era la situación reinante en el Estado, me escuchó y al finalizar mi plática me dijo: “ Doctor y Diputado, lo que me ha dicho Usted ya lo sabíamos y es cierto”, ante esas palabras y por mi poca experiencia en política le dije: “ Señor Ministro, si lo que acabo de decirle es cierto y Usted lo sabe, ¿cómo es que se sigue tolerando el Desgobierno de Maldonado?” a lo que me respondió : “ No olvide, que yo solo soy el Secretario de Gobernación y sobre mí hay otra persona”, aludía sin duda al Presidente de la República. Me levanté, le dí las gracias por haberme escuchado y rogué me disculpara por haberle quitado tiempo sin lograr nada. Regresé a Mexicali, tratando de no ser desaforado ni agredido, para lo cual me trasladaba por territorio americano y dormía también en Estados Unidos.
Pocos días después. Braulio me mandó llamar a su despacho y me preguntó que había yo ido a hacer a México, le dije la verdad de lo ocurrido con Carvajal y me dijo: “ para que se te quite lo “p”, mira esta carta”, era de Carvajal y en ella le decía todo lo que había yo informado en la Secretaria de Gobernación. Al despedirme del despacho, me amenazó el gobernador diciéndome: “ Cada día me cuesta más trabajo evitar que mis amigos te den un escarmiento”
Poco después en el informe de gobierno de Maldonado, Genaro Castro al llegar a Tijuana, fue secuestrado por la policía del repuesto General Astorga. Algunos amigos de Genaro y yo entre ellos, nos entrevistamos de inmediato con el General Tapia, Jefe de Operaciones en el Estado y buen amigo tanto de Genaro como mío, al enterarse de lo ocurrido mando llamar a Felipe Astorga y en nuestra presencia le dijo: “ General tiene 15 minutos para encontrar y traer aquí a Palacio al Diputado Genaro Castro”. El General Astorga trató de platicar en privado con el General Tapia, lo que éste no aceptó, volviéndole a decir: “Ya le dije que tiene usted 15 minutos y aquí me quedo con el Diputado Loyola y estos señores”. Antes de 15 minutos Genaro fue traído por la policía a la presencia del General Tapia, el auto de Genaro había sido chocado a la entrad de Mexicali, por un camión de carga enviado por el Gobernador del Estado para matarlo o herirlo, y mientras, como no fue herido lo incomunicaron. Posteriormente Castro solicitó licencia temporal que los Diputados hicieron definitiva, trayendo a su suplente.
Quedé solo y arrinconado, pero no me pidieron desaforar y tengo absoluta seguridad que la sombra protectora de Don Rodolfo Sánchez Taboada, fue la que hizo que aún lo esté contando”
Ojalá y tuviéramos muchos diputados como Loyola, valientes y congruentes, no, él no fracasó como político, su ejemplo debe quedar como modelo y allí estará su éxito.
La actividad política debe estar sustentada en los valores éticos y hoy en día urge rescatar la imagen de muchos políticos para dignificar la que debería ser una ciencia al servicio de la humanidad, pero sigamos con nuestro personaje en el siguiente capitulo...

DR. PEDRO LOYOLA LUCQ. cuarta parte

CRONISTA DE ENSENADA
DR. PEDRO LOYOLA LUCQ
(cuarta parte)
Heberto J. Peterson Legrand

Después de las desafortunadas experiencias en Tamaulipas y Guerrero y ya en Mexicali a donde llegó dos días antes de finalizar el año de 1938, nos sigue contando en sus “Memorias”: “ A principios de enero, instalé mi consultorio en una botica de la chinesca y empecé a trabajar, le escribí a don Rodolfo Sánchez Taboada informándole de mi regreso y poniéndome a sus ordenes. Poco a poco empecé a tener clientela y una mañana llegó a mi consultorio uno de los jefes de la tribu Cucapah, como la mayoría de ese grupo étnico, era de aventajada estatura, fuerte y musculoso, llevaba a uno de sus hijos, un muchacho de unos 16 ó 18 años igual de alto y fornido que el padre, el que me dijo “ Aquí traigo a mi hijo que se clavó una estaca en la barriga para que lo cures”, recosté al muchacho en la mesa de curaciones, le quité un señidor sucio y sudado que traía enredado en la cintura y me encontré al lado del ombligo una herida penetrante de vientre,...” el Dr. Loyola le sugirió llevarlo al hospital- en aquel tiempo no se conocían los antibióticos y apenas se iniciaba el uso de los sulfas- y el Dr. Nos sigue diciendo: “ no aceptó el jefe mi sugestión, me dijo cúralo aquí como puedas, si vive que le sirva a ver si se le quita lo...
Lavé la herida y el intestino con suero, desinfecté lo mejor que pude y suturé sin anestesia los bordes de la herida, no escuché ningún quejido del muchacho, lo vendé y salió como había llegado, caminando, y con la expresión hermética de cara como es costumbre de estas gentes, le advertí al padre los peligros que corría el muchacho y le sugerí que me avisara en 2 ó 3 días. Pasaron 8 días y no había vuelto a saber nada del herido, por lo que pensé que había fallecido. Más o menos una semana después de la primera visita, se me apareció de nuevo padre e hijo, esta vez sonrientes ambos, sin poder explicármelo la herida estaba cicatrizada, no había ocurrido ninguna complicación y el muchacho estaba curado, quité los puntos; se fueron agradecidos cubriéndome mis módicos honorarios y el jefe me obsequió un bastón labrado y adornado con plumas y jeroglíficos, de los que usaban sus tribus en ceremonias, bastón que desafortunadamente me robaron tiempo después.”.
A finales del mes fue llamado Loyola de urgencia para atender al Gobernador que se había puesto malo. Le sugirió que se trasladara a la cd. De México para un periodo de recuperación y el Dr. Pedro Loyola lo acompaño y una vez dejándolo instalado regreso a Mexicali.
Poco tiempo después nos dice Loyola: “ ...por órdenes de él, me ofrecieron la Dirección del Hospital Civil de Ensenada, cargo que acepté de inmediato, pues me encantaba el lugar, y así fue como llegué a Ensenada en febrero de 1939. Seguí teniendo muy buena amistad con Rodolfo, no solo mientras estuvo como Gobernador sino hasta su muerte, existe un hecho que pocas gentes saben, Don Rodolfo fue quitado del gobierno de Baja California, por no atender una orden presidencial, en la cual se le ordenaba ceder a Sonora parte de la zona situada entre Mexicali y San Luis Río Colorado, terrenos que no le correspondían a Sonora; Baja California los consideraba parte de su territorio.
El Presidente, creo que ya era en ese entonces Avila Camacho, expidió un decreto otorgándoselos graciosamente a Sonora y ordenando al gobernador del Territorio de Baja California, los entregara. El Gobernador, defendiendo la integridad del territorio a su cuidado, rechazó fundadamente el decreto por improcedente, y por segunda vez se lo ratificaron y por segunda vez lo rechazó. Poco tiempo después lo revelaron del cargo de Gobernador y posteriormente fue Presidente Nacional del P.R.I., y a continuación Ministro de Marina”
En otras parte nos sigue platicando Loyola: “ Cuando estuvo en la Marina, en uno de mis viajes a México fui a saludarlo y el que me introdujo a su despacho era el joven abogado de nombre Luis Echeverría, posteriormente Presidente de la República e iniciador de la “ docena trágica” junto con JoLoPo, José López Portillo. Echeverría era secretario de Don Rodolfo, en esta vez lo saludé brevemente, pues tenía muchas personas haciendo antesala, me despedí para no quitarle el tiempo y me invitó para el día siguiente a desayunar juntos. En la mañana de ese día me presenté a las 9: 00 Hrs. A la cita, y a los pocos minutos bajamos por el elevador privado, tomamos asiento en el auto y disponiéndonos a salir, llegó Echeverría con varios oficios que pretendía eran urgentes y quería que Don Rodolfo firmara antes de ir a desayunar. Don Rodolfo montó en cólera y mandó a Echeverría con cajas destempladas, agregando algunas palabras que no puedo escribir, nos encaminamos en el auto al restaurante Lady Baltimore, cerca de Samborn’s y como yo notaba que el berriche ya se le iba pasando, le pregunté a Don Rodolfo por que tenía a Echeverría tan cerca si era tan terco y textualmente me dijo: “ como trabajador es excepcional, es incansable, lo ayudé a que estudiara y lo tengo conmigo en parte por lastima y en parte por servicial y sumiso”, Echeverría entonces y después engaño a Don Rodolfo y a Díaz Ordaz, llegando a la Presidencia de la República donde cambió su personalidad, iniciando el periodo trágico...”
En otra de las visitas que hizo Loyola a Sánchez Taboada, al salir en el pasillo se encontró con Braulio Maldonado y éste le dijo: “ Voy a ser el 1er. Gobernador del Estado de Baja Califoria y necesito tu ayuda”, creo que me lo dijo-sigue diciendo Loyola_ porque acababa de ver la preferencia que Don Rodolfo tenía conmigo, no le di importancia a lo que Braulio me dijo y como es de cajón le dije: Si Braulio en lo que pueda ayudarte, estoy a tus ordenes”
Regresé a Ensenada sin pensar en las palabras de Braulio Maldonado ni en mi promesa de ayuda. Poco tiempo después, empezó a tomar formalidad la posibilidad de que Braulio llegara al poder y varios de sus amigos empezaron a visitarme con asiduidad llevándome regalitos, pensé que la cosa iba más en serio de lo que lo había tomado y no tuve que esperar mucho tiempo, pues a los cuantos días llegó Braulio y empezó a formalizar la cosa política, fui propuesto para Diputado local para el Distrito de Ensenada. Se hizo la campaña de rigor y legalmente gané con amplísimo margen de votos sobre mi oponente. Mi suplente era Alfonso Garzón Santibáñez, actualmente líder agrario de la C.C.I. a nivel nacional.
En la primera ocasión que vi a don Rodolfo siendo ya Diputado en el primer Congreso del Estado, me dijo: “ Eres un tonto, tú no eres para estos chismes, y no debías haberte metido en la política “, desgraciadamente me conocía mejor que yo mismo y acertó en su pronóstico, pues como Diputado me fue tremendamente mal”


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jueves, 25 de junio de 2009

DR. PEDRO LOYOLA LUCQ. tercera parte.

CRONISTA DE ENSENADA
DR. PEDRO LOYOLA LUCQ
( tercera parte )
Heberto J. Peterson Legrand
Nuestro personaje que tuvo la virtud de saberse reír de si mismo -que es un signo de madurez- y agregaría que de sencillez, nos obsequia con una anécdota más cuando estaba como practicante en la Cruz Roja de la Ciudad de México:
“estaba yo de guardia el día que le dieron un balazo en la cara al Ing. Pascual Ortiz Rubio, Presidente de la República, y por mi mala suerte era yo el único disponible cuando se solicitó el servicio de urgencias de la ambulancia, para atender al señor Presidente, bajé a toda carrera del segundo piso donde estaba la sala de curaciones con mi botiquín en la mano, para irme a la ambulancia que atronaba ya en el patio con su estridente sirena para que el practicante, yo, en dicho momento, fuera a prestar los servicios requeridos al ilustre paciente; era tal mi nerviosismo para atender a tan encumbrada persona, ya que apenas iniciaba yo mi aprendizaje con pinzas y torundas que al bajar atropelladamente las escaleras de piedra que tenían todas las baldosas en mal estado, rodé a mitad de dicha escalera haciendo pedazos el botiquín. Todo asustado por el apremio del momento y la responsabilidad que me caía encima, subí corriendo por un nuevo botiquín, bajé con suerte hasta la ambulancia y salimos con sirena abierta y todas las luces disponibles encendidas en carrera contra el tiempo rumbo a donde estaba el herido presidente. En el camino y sabiendo yo mi incapacidad para atender un caso serio y sobre todo tratándose de la primera autoridad del país, me encomendé a toda la corte celestial, la que creo que me escuchó, pues no llegamos a tiempo, porque la ambulancia se estrelló contra un tranvía y ahí quedamos, sin vehículo, todos golpeados aunque afortunadamente nada serio nos pasó, pero no pudimos ir a atender al Sr. Presidente, quien fue atendido afortunadamente por otras manos más capaces que las mías. Fueron pasando las semanas y los meses y fui adquiriendo práctica, conocimiento y seguridad...”
En otro pasaje nos cuenta sobre su servicio social en Baja California: “ Al terminar mis estudios de medicina acababa de implantarse un año ante la obligación de los pasantes de hacer 6 meses de servicio social. Agustín Ruiz Oyoqui, medio hermano de mi madre, vivía en México y tenía amistad con el Teniente Coronel Rodolfo Sánchez Taboada, quien había sido designado por el Presidente Cárdenas, Gobernador del Distrito Norte de Baja California. Con mi anuencia mi tío Agustín se puso en contacto con Sánchez Taboada solicitándole una plaza para que hiciera yo mi servicio social en Baja California” y en otra parte sigue diciendo: “...salí a enfrentarme con una nueva vida, en un ambiente totalmente desconocido para mí, pues si ahora se desconoce mucho sobre Baja California, en 1937 ni siquiera se sabía donde quedaba, ni siquiera había comunicación directa, pues, para llegar a Mexicali se tenía entonces que tomar el tren Sud-Pacífico y después de 3 ó 4 días llegar a Nogales Sonora, pasarse a Estados Unidos y por autobús dirigirse a El Centro California, Caléxico y Mexicali.
La carretera y el ferrocarril Sonora, B.C., fueron puestos en servicio 20 años después; en aquel entonces tampoco había comunicación aérea, ni por barco. Llegué a Mexicali en julio de 1937, después de hacer el recorrido arriba descrito, con dos maletas de ropa, muestras médicas y algo así como $ 25.00 mexicanos y el telegrama de Sánchez Taboada. Era cerca del mediodía cuando cruzamos la frontera de Estados Unidos y México, en ese entonces no se necesitaba ni pasaporte ni permiso para ir de una parte a otra de la frontera, hacía un calor imposible del verano en el Valle de Mexicali y como digo casi no tenía dinero...” Se presentó el Dr. Loyola a Palacio de Gobierno y le dan la noticia de que el Gobernador estaba en México y regresaría en 10 o 15 días y que el Oficial Mayor y el Secretario Particular estaban también afuera de Mexicali, pero afortunadamente por buenos oficios del Secretario de Gobierno éste le presento al Dr. Rafael Bátiz Director del Hospital y nos dice en sus “Memorias” el Dr. Loyola: “...solo puedo ofrecerle cuarto, comida, $300.00 mensuales y el puesto de Jefe de Enfermeras del hospital civil, si acepta lo espero mañana en la mañana; acepto encantado le dije, no mañana sino hoy mismo pues no tengo donde dormir, se festejaron de mi franqueza, Batiz me facilitó su automóvil para que fuera por mis maletas y sin yo solicitárselo me prestó $200.00 para mis más urgentes gastos.
“...días después regresó el Gobernador y me fui a presentar con él, se interesó por mí, le caí bien, ordenó que me subieran el sueldo un 50% y me preguntó que pensaba hacer; en ese entonces el Gobierno Federal encabezado por Lázaro Cárdenas acababa de cancelar la concesión de que había hecho uso la Colorado River Land Company, que usufructuaba las tierras hábiles del Valle de Mexicali...” y adelante sigue diciendo: “ Sánchez Taboada fue el encargado por Cárdenas para rescatar esas tierras, lo que llevó a cabo y es conocido como “ El Asalto a las Tierras”, había muchos trabajadores agrícolas que ansiaban un pedazo de tierra...”
Adelante agrega: “ Le platiqué al Gobernador la posibilidad de poner un consultorio para atender a esa gente que necesitaba urgentemente algún servicio médico, le gustó la idea y con el apoyo económico del Banco Ejidal, abrí un consultorio por los rumbos de la fábrica de aceite y al rato era tan grande el número de solicitantes, que tuve que conseguir otros dos compañeros pasantes y abrí el primer hospital ejidal que hubo en México con su personal adiestrado, camas, sala de cirugía y maternidad y una ambulancia”
Otro dato interesante que comenta el Dr. Loyola es el siguiente: “ Cuando Emiliano Zapata fue asesinado en la Hacienda de Chinameca en el Estado de Morelos, gracias a la traición del Coronel Guajardo que simuló pasarse a su bando con hombres y elementos de guerra. Don Rodolfo Sánchez Taboada que militaba en las fuerzas de Guajardo, era el oficial encargado de la guarda que debía rendirle honores a Zapata y el clarín de ordenes que dio la señal para acabar con él era Norberto López Avelar quien fue Delegado Municipal de Ensenada y después Gobernador del Estado de Morelos.
Loyola Lucq, se traslado a la Ciudad de México donde finalmente recibió su titulo con fecha 29 de junio de 1938. Anduvo por las tierras de Tamaulipas y Guerrero prestando sus servicios a Salubridad para finalmente regresar a Mexicali...

DR. PEDRO LOYOLA LUCQ. segunda parte.

CRONISTA DE ENSENADA
DR. PEDRO LOYOLA LUCQ
(segunda parte)
Heberto J. Peterson Legrand

En otro escenario de su joven vida, el Dr. Pedro Loyola Lucq vivió algo de la experiencia Cristera y nos cuenta: “ La guerra Cristera que azotó el centro del país debido a la intransigencia de los gobernantes y de algunos obispos, estaba en todo su apogeo en 1928, año en que me mandaron a México a continuar mis estudios de preparatoria..” y agrega más adelante: “...era muy común ver colgados de los postes de telégrafos paralelos a las vías de ferrocarril ( entonces el único medio de movilizarse rápidamente de un lugar a otro ), a los cadáveres de los cristeros con la lengua negra y salida, devorados por los zopilotes...” y sigue diciendo más adelante: “ Los convoyes de los trenes en esa trágica época, llevaban un pequeño reten de 6 a 8 soldados y un sub-oficial en cada carro de pasajeros y aparte al final del tren una góndola blindada con un mayor número de soldados. Cercanos ya a la Cd. de Querétaro y en plena tarde, los cristeros volaron con dinamita puesta sobre la vía, la góndola del tren en que nos encontrábamos; dicha góndola quedó hecha pedazos, la mayoría de los soldados que iban ahí resultaron muertos o heridos y casi todos los carros del tren se salieron de la vía por la explosión; atacaron los rebeldes el tren, pero los soldados que iban en cada carro se parapetaron en los mismos para repeler el ataque, mi tocayo y yo después del susto nos tiramos en el piso del carro que por cierto era de los antiguos todos de madera, y entre escupideras volteadas y otras cosas nos quedamos un buen rato oyendo los tiros y el silbar de las balas. El tren no fue tomado, porque la explosión se oyó a lo lejos y al poco rato llegó un tren artillado en auxilio, que puso en fuga a los atacantes. Mi tocayo y yo solo sacamos el susto y las manchas en los trajes por haber estado pecho a tierra. Hubo más de 20 muertos sobre todo entre los soldados de la góndola, algunos pasajeros y un buen número de heridos.
En la misma época incursionaba por varias partes un famoso guerrillero, el padre Gorostieta, llegó en alguna ocasión a “Juriquilla”, hacienda de mi familia, llevándose caballos, alimentos y el dinero que podía encontrar. El padre Gorostieta tenía en jaque a varios regimientos del ejercito que lo perseguían, y los hacendados se veían asolados por unos y otros, pues los rebeldes por “la causa” se llevaban como antes dije, todo lo que podían y cuando llegaban las tropas barrían con lo que había quedado, para que no se pudiera ayudar a “la causa”.
Juriquilla, era casi un castillo feudal, tenía una alta muralla totalmente de piedra de unos 6 ó 7 metros de altura que circundaba la hacienda y aparte había garitones a la entrada y troneras por todo lo alto; durante la guerra cristera en vista de que con frecuencia llegaban los alzados, hubo que ponerse parte de un regimiento de caballería asentado en la finca. Era costumbre que los sábados por la tarde se pagaba a los trabajadores que eran cerca de 300, pues, la propiedad era muy grande. Pensando mis tíos como enviar el dinero de la raya sin que se dieran cuenta los espías cristeros, se les ocurrió que lo llevara yo pues no iban a sospechar de un muchacho que solo y a caballo llevara dinero, así se hizo, y me mandaron un sábado a mediodía con las bolsas de dinero, casi no se usaban los billetes entonces, llegué sin novedad y la peonada estaba esperando su paga; en eso estábamos, cuando los rebeldes atacaron “Juriquilla” la que era casi imposible de tomar, con los soldados parapetados y la muralla de que antes hice mención. Me subí a los techos de las trojes para ver bien, protegido por las aspilleras, a escasos tres metros de donde me encontraba de mirón, estaba un soldado haciendo fuego contra los atacantes. En algún momento que decrecieron los tiros se incorporó sobre la muralla, tal vez para precisar el lugar de donde hacían fuego, con tan mala fortuna que no se había incorporado completamente, le dieron un balazo en la frente y cayó muerto con la cabeza totalmente abierta, al ver la muerte de aquel pobre señor pensé inmediatamente que el pleito no era conmigo y que yo salía sobrando allá arriba, por lo que más que corriendo bajé la azotea y me introduje a la casa grande; al poco rato los atacantes se convencieron de la inutilidad del combate y nos dejaron en paz. Las siguientes semanas la raya ya no la llevé yo, sino elementos de la guarnición de la plaza”.

DR. PEDRO LOYOLA LUCQ- primera parte.

CRONISTA DE ENSENADA
DR. PEDRO LOYOLA LUCQ.
( primera parte )
Heberto J. Peterson Legrand

En diciembre de 1986, el Dr. Pedro Loyola Lucq, primo político y persona muy querida por mí, y no se diga para muchas generaciones de Ensenadenses, tuvo a bien obsequiarme sus “ Memorias” que son el testimonio de un hombre valioso y valiente, de un ameritado profesionista que dejó huella y que en reconocimiento a su fecunda labor se le puso su nombre a una muy importante avenida de nuestra ciudad que corre desde la avenida Adolfo López Mateos, a un lado de la Secundaria Prof. Héctor Migoni Fontes, hasta la Avenida Westman que colinda con la zona militar del Ciprés.
Un hombre culto, amante de los libros, de fácil verbo, era grato escucharlo disertar sobre diversos tópicos y además era poseedor de un fino sentido del humor...
La información que mis estimados lectores lean en los varios artículos que les obsequio esta obtenida de las “Memorias” de éste ilustre galeno.
Cito textual: “ Llegué a esta ciudad en 1939, como Director del Hospital Civil , inaugurado poco tiempo antes por el Dr. Raúl López Engelkin su fundador y primer Director.
El hospital de aquel entonces tenía tres enfermeras, una afanadora, cocinero y un administrador y boticario a la vez, los médicos éramos dos. Carecíamos de sala de operaciones, de sala de maternidad y sala de expulsión; solo había sala de hombres y de mujeres y tres cuartos de recuperación. Tócame la suerte de hacer la sala de operaciones que estuvo funcionando hasta hace pocos años. También construí el pabellón de maternidad con su sala de expulsión ...”
Hago la aclaración de que elegí textos de las “Memorias” y ordene según mi criterio, pues me es imposible transcribir la obra completa.
Contrajo nupcias con la Srita. Esperanza Peterson Cota a quien cariñosamente se le conocía como Kity , hija de Don Alfonso Peterson Gutierrez, hijo del Dr. Bertram H. Peterson e hija de Doña Esperanza Cota, hija del Lic. Enrique Cota, ambas familias pioneras de Ensenada.
El Dr. Pedro Loyola Lucq, atendió más de 10,000 partos y por cierto en el desarrollo de mis artículos iré transcribiendo algunas anécdotas para que como dice Loyola en la introducción de su obra: “ espero que se diviertan un poco a mis costillas...”
Cito: “ Una tarde atendía un parto difícil en una casita cerca del kequi y me vi en la necesidad de aplicar fórceps. La paciente en su cama fue sujetada de sus piernas por familiares y otro de ellos siguiendo mis instrucciones le proporcionó un poco de éter en un algodón sobre la nariz y boca, me instalé a los pies de la cama, puse el fórceps y empecé a jalar. El piso de la recamara estaba cubierto de linóleum, el cual estaba mojado y resbaloso; al hacer el último esfuerzo para sacar a la criatura con el fórceps, me resbalé y caigo que no caigo con el fórceps en la mano fui a dar contra la ventana, la rompí y caí al jardincillo de enfrente de la casita, sin hacerme daño, sin soltar el fórceps, pero si habiendo soltado en la cama al niño. Gracias a Dios no hubo nada más que lamentar que los vidrios rotos, pues tanto la mamá como el niño, estaban vivos y bien”
Retrocedamos en el tiempo para seguir a nuestro personaje como estudiante: Cito: “ Principié mis estudios de Médico Cirujano, en la vieja casona de la Plaza de Santo Domingo de la Ciudad de México. La casa en sus orígenes fue ocupada por la inquisición en los tiempos de la Colonia, en 1932 era el asiento de la Facultad Nacional de Medicina de la Universidad Nacional de México.
Mis estudios de preparatoria los había hecho en la misma Ciudad de México, en el Colegio Francés de la Avenida Morelos de los hermanos Maristas, que estaba catalogado entonces como una de las mejores y más costosas escuelas privadas”.
En otra parte dice: “ Mi situación económica durante el primer año de medicina era estrecha, pero contaba con casa y comida y algo de dinero que me mandaba mi papá...” Ya en el segundo año su papá, debido a problemas económicos le pide que se regresé a Querétaro, de donde era originario, pero sigue diciendo Don Pedro Loyola: “ Yo no quería truncar mi apenas iniciada carrera porque consideraba que yéndome a Querétaro no tenía ningún porvenir. Fui a ver a un tío mío, el Ing. José Fernández de Jáuregui que trabajaba en el Gobierno del Distrito de la Cd. de México y le expresé mi situación, me pudo ayudar con un nombramiento a la lista de raya como cadenero de una de las cuadrillas de trabajo de la ciudad de México, el sueldo aún para aquel entonces era miserable, $ 1.65 diarios, algo así como $ 49,50 al mes, pero con ellos pude subsistir y continuar con mis estudios...” más adelante sigue diciendo: “ Mi trabajo como cadenero era bastante pesado, pues tenía entre otras cosas, que contar y ubicar en los planos todas las alcantarillas, pozos de visita, etc., del sistema de drenaje de la Ciudad de México y sus delegaciones, naturalmente, conocí a toda la Ciudad de los Palacios por todos rumbos, pero a pié...”

martes, 9 de junio de 2009

ENSENADA DE TODOS SUMA DE CULTURAS

CRONISTA DE ENSENADA
ENSENADA DE TODOS SUMA DE CULTURAS
Heberto Peterson Legrand

Ya éste extraordinario evento que cumplió su 8ª edición, bajo el liderazgo indiscutible del Ing. Yukio Nishikawa, ha llegado para quedarse porque es un logro que ha ido creciendo año con año y que nos envuelve a todos en un abrazo fraternal.
Se realiza el último domingo del mes de mayo dentro del marco de los distintos festejos que se realizan con motivo del aniversario de Ensenada que este año llegó a sus 127 años.
Este año se dedico a la Astronomía por sus 400 años en el ámbito Internacional, sus 120 años en México y 30 años en Baja California, específicamente en el municipio de Ensenada.
Es un proyecto que se gesto en la mente y corazón de Yukio y al cual se sumo la sociedad para hacerlo realidad, irlo madurando y sentirlo propio. No brotó de ninguna instancia de gobierno sino de la sociedad misma aún cuando el gobierno se suma al esfuerzo reconociendo la importancia de una sociedad participativa.
Es un evento ejemplar que ya hoy puede servir como modelo porque en el se da ese encuentro o suma de culturas tanto de ese mosaico que es nuestro México como por la grata presencia y participación de comunidades extranjeras.
Los integrantes de las distintas comunidades se visten con los atuendos propios de sus regiones o países a que pertenecen; elaboran comida típica y exhiben objetos de sus respectivos lugares.
Allí estuvieron presentes los de Oaxaca, Querétaro, Zacatecas, Sinaloa, Jalisco, Distrito Federal y Chiapas.
De Centro y Sudamérica vimos representados a Panamá, El Salvador, Honduras, Uruguay, Argentina, Venezuela, Perú y también Cuba.
De Europa y el Oriente estuvieron presentes: Francia, Italia, Alemania, Rusia, China y Japón y Estados Unidos, así como los “Compañeros de Baja Norte” que la integran Estadounidenses y Mexicanos que después de vivir en el país vecino del norte se vinieron a vivir entre nosotros.
Participaron la Facultad de Ciencias Marinas con actividades interactivas con niños y adultos; el Seminario de Historia de Baja California con una muy interesante exposición de fotografías antiguas de Ensenada; El Museo de Historia de Ensenada; El Instituto Nacional de Antropología e Historia con eventos interactivos; El Museo del Puerto; La Casa de la Cultura; El Taller Literario Onidios; La Comunidad de B.C.; Los Scouts de México; Las Guías de México; Radio Cadena Enciso y la Escuela Las Misiones.
No podía faltar la presencia de algunas familias pioneras de Ensenada que ofrecieron información y exposición de fotografías familiares antiguas así como objetos y documentos antiguos. Este año estuvieron las familias: Labastida, Lamadrid, Sarabia, Rico Sanromán, Villarino, Korkoff, Lisizin, Bibayoff...
Hubo también un programa musical y cultural de gran calidad con la participación de la soprano Margarita Lara; el Tenor Alfonso Magaña; Rock de los ’80; danza Hindú y Arabe, música Cubana, música criolla peruana y salvadoreña; Coros infantiles de Pro-música y del Centro de Estudios Musicales de la U.A.B.C.; Dueto del rancho El Tule y exhibición de Karate...
Dentro de un mundo que las pantallas televisivas nos presentan con escenas dolorosas de división, dolor, enfrentamientos, destrucción e inseguridad en muchos ámbitos sociales, da gusto ser testigos de escenas como la que se viven en el evento de la sociedad Ensenadense denominado “Ensenada de Todos Suma de Culturas” donde la hermandad, la solidaridad, la fraternidad, la pluralidad y la convivencia constructiva y humanista son encarnadas por quienes nos enorgullecemos de lo propio y somos capaces de trascender en ese mestizaje cultural y racial que a todos nos enriquece.
Vi en el espacio de la comunidad francesa una fotografía de Lupita Bitterlin la primera ausente, amiga, mujer dinámica, entusiasta, que espiritualmente siempre estará presente en el corazón del equipo y en la memoria de quienes la vieron apoyando a Yukio.
Yukio Nishikawa estuvo ausente este año por motivos de salud pero el equipo de trabajo supo responder a ese liderazgo unificador y en la edición próxima, Dios mediante, allí estará Yukio motivando, entusiasmando y aceptando los retos por venir.
Mis felicitaciones a todos por su entrega y Entusiasmo, hay que seguir construyendo esa sociedad que queremos para nuestros hijos y los hijos de nuestros Hijos.

lunes, 1 de junio de 2009

ANTOLOGIA: ENSENADA INICIOS DE UNA CIUDAD.

CRONISTA DE ENSENADA
Heberto Peterson Legrand
petersonheberto@hotmail.com

ANTOLOGÍA
ENSENADA INICIOS DE UNA CIUDAD

Muy loable la iniciativa de la Dirección de Educación Municipal que dirige el maestro Gilberto Delgado, quien a nombre del Presidente Municipal, Lic. Pablo Alejo López invito al Sistema Estatal, Delegación Ensenada, al Instituto de Cultura de Baja California, representación Ensenada y al Archivo Histórico de Ensenada a publicar conjuntamente una convocatoria para un concurso de creación Literaria Infantil: Ensenada Inicios de una Ciudad, dirigida a niños y niñas de 5º y 6º año de primaria.
La respuesta fue muy buena ya que participaron 77 alumnos para quedar finalmente como ganadores 10: Carlos Ramiro Farías Borjón; Karyna Ramírez Beltrán; Zyanya Silva Mirus: Julia Onelia Osuna Ochoa; Cristina Granados Fuentes: Pamela Alvarez Pimentel de la Escuela Justo Sierra; Renata Sandez Oceguera de la Escuela Maestro Matías Gómez; Elizabeth Velásquez Castañeda de la Escuela Independencia; Eliasib Galindo Moreno de la Escuela Ricardo Flores Magón y Martín Estrada Rodríguez de la Escuela Luis Donaldo Colosio Murrieta.
Participaron como jurado por parte del Archivo Histórico de Ensenada el historiador Lic. Francisco Alberto Núñez Tapia y por parte del Instituto de Cultura de Baja California los escritores Mtro. Mario de la Cruz Arreola y el Profr. José Antonio León Sánchez.
En un significativo evento donde se contó con la presencia del Presidente Municipal se hizo entrega de la publicación a las Instituciones que participaron además de que las 27 bibliotecas que pertenecen a la Dirección de Educación del municipio contarán dentro de su acervo con la obra de que podrá ser consultada por los usuarios de las mismas.
Es indudablemente muy estimulante para los niños y jóvenes estudiantes el haber participado en ese interesante y positivo proyecto que puede ser el detonante para despertar vocaciones literarias e incentivar para avivar el interés por la historia local, regional y nacional que les permitirá ahondar en el amor a México.
Los estilos de los alumnos agradables; su narrativa fresca, lo coloquial muy natural...comienzan a incursionar sobre nuevos caminos abriendo brecha poniendo su toque personal.
Felicitaciones, este es el despegue para ir acrecentando la participación de los niños y Jóvenes, en ellos esta el talento latente, listo para ir madurando, hay que darles los espacios para su desenvolvimiento y ésta Antología es el espacio que hoy se les ofreció y es el resultado, el fruto de sus inteligencias, de su voluntad y la dignificación que nos ofrecen del concepto: Estudiantes.
Visitaron el Archivo Histórico de Ensenada algunos niños y niñas buscando información y pudimos observar el respaldo de algunos padres y madres de familia que con vivo interés los apoyaban-no haciéndoles el trabajo- sino trasladándolos y motivándolos. Fue un cuadro muy grato al ver a los papás y mamás encarnando esa solidaridad que nos es tan necesaria en muchos aspectos de la vida.

Los invito a consultar mi blog: cronistadeensenada.blogspot.com/
Ensenada es una ciudad que va creciendo día a día y conforme pasan las generaciones se puede perder ese sentido de identidad y por otra parte se dice que nadie ama lo que no conoce.
Este esfuerzo de participación activa de los estudiantes en la búsqueda de las raíces que le dieron su razón de ser a Ensenada y el proceso de evolución a que ha estado sujeta en todos los órdenes y la presencia de nuevas semillas que seguirán dando frutos, tendrá como resultado aprender a Amarla y motivarlos para adquirir compromisos que hagan de ella un lugar digno para la convivencia Humana.